A Su Eminencia Cardenal Castrillón Hoyos
Eminencia:
En medio de este tremenda tormenta levantada por comentarios imprudentes de mi parte en la televisión sueca, le ruego que acepte, con el debido respeto, mi sincera manifestación de pena por las innecesarias angustias y problemas que he causado a Ud. y al Santo Padre.
Para mí, lo que realmente tiene importancia es la Verdad Encarnada, y los intereses de Su única verdadera Iglesia a través de la cual solamente es posible salvar nuestras almas y dar gloria eterna, en nuestro modesto modo, al Dios Todopoderoso. Por eso pues, solo hago un comentario, tomado del profeta Jonás, I,12.
“Tómenme y arrójenme al mar, así el mar se encalmará para ustedes: porque sé que es a causa de mí que esta gran tempestad nos ha sobrevenido”.
Por favor, acepte también, y transmita al Santo Padre mi sincero agradecimiento personal por el documento firmado el pasado miércoles y hecho público el sábado. Con la mayor humildad ofreceré una misa por ambos.
Suyo sinceramente en Cristo.
+ Richard Williamson
28 de enero de 2009
Fuente: Blog Dinoscopus, de Mons. R. Williamson
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